Consiguió romper 13 años de relación entre Nike y el Manchester United con un contrato de 96 millones de euros por temporada hasta 2025, además de arrebatar a la firma de Oregón el patrocinio con la Juventus por 25 millones. La prenda blanca, de rayas azules y rojas en las mangas y tres estrellas sobre el escudo que acreditan las tres copas mundiales con las que el equipo ya se ha hecho (la última en 2015), se ha convertido en «la camiseta de una equipación de fútbol, masculina o femenina, más vendida en una sola temporada a través de la página web de Nike», según escribía en Twitter Heidi Burgett, directora de comunicaciones globales de la marca. El patrocinio de esos equipos representa un suculento pastel, que pelean por repartirse los colosos Adidas (las tres líneas más reconocibles del planeta) y Nike (el símbolo inspirado en la diosa de la victoria). La alternativa quedó en la historia por ser la primera de ese color; la titular (con las tres estrellas) se agotó a las dos horas del lanzamiento. La novedad se instaló en el resto de clubes, pero en la historia quedará para siempre aquella primera camiseta que marcaría un antes y un después no solo en la historia de la equipación del club cántabro, sino en el resto de los equipos de LaLiga que abrazaron el patrocinio.
Porque a un desalmado como Hitler se le ocurriera utilizar dicho simbolo no deberíamos olvidar lo que representa y el significado que ha tenido durante milenios en nuestra historia. Ambas equipaciones están creadas con la tecnología de Adidas como la ‘dry’ para proporcionar a los jugadores transpirabilidad durante los partidos, y están hechas de materiales 100 por cien reciclados. El equipo del este de Londres ha pasado de Adidas a Umbro este año y ha sacado un uniforme, inspirado en el que llevó el club en 1904, año en el que inauguraron su estadio, camisetas de futbol 2024 Boleyn Ground (este año abandonan el recinto). El patrocinio duró hasta 1985, cuando el equipo alemán volvió a perder la categoría. Hoy sería impensable que cualquier organismo futbolístico pusiera trabas a la entrada de publicidad en una era en la que hasta los estadios han cambiado sus nombres por los de empresas. Dougan. Frente a la prohibición, el club decidió poner ‘Kettering T’, afirmando que la ‘T’ era relativa a town. Según relató el manager-jugador del equipo por aquel entonces, Derek Dougan, ex del Aston Villa, el club firmó un acuerdo con la empresa de neumáticos Kettering Tyres que «rondó las cuatro cifras». El equipo cayó en una grave crisis económica que le puso contra las cuerdas.
Entre ellos, nos podemos encontrar varios modelos de camisetas, sudaderas y polos, además de distintos tipos de accesorios -toallas, mochilas y mantas con los colores de la bandera republicana, entre otros- pero entre toda su gama de productos hay uno que es la estrella del negocio, quizás por la popularidad del deporte rey: la camiseta de la selección. Y el ciervo se hizo un gran hueco en la amarilla camiseta del equipo sajón, una zamarra que hoy sería objeto de culto. Su conocido logotipo -la cabeza de un ciervo con una cruz entre sus cuernos- es un homenaje a San Huberto y San Eustaquio, patrones de la caza. La idea cristalizó en 2019 con una primera colección de camisetas blancas con palabras estampadas como musutruk: “En euskera no decimos gratis, decimos musutruk, que más o menos se traduce como a cambio de un beso”. El cambio estaba servido. Yo creo que han sido muchos modelos, un cambio ahora, otro después, otra vez vuelta atrás, etc.
El presidente del Braunschweig, Ernst Fricke, no podía creer la oferta que tenía entre manos: 100.000 marcos anuales (28.000 euros al cambio de hoy) por llevar el logo en el pecho de la camiseta. El equipo no volvió a vestir una camiseta totalmente blanca hasta su centenario. Pero hubo un tiempo en el que no solo no se exhibía el nombre del jugador en la camiseta, sino que ni tan siquiera se portaba número de dorsal, por lo que todos los jugadores de un mismo equipo llevaban una camiseta igual. El desglose es: 140 euros por la camiseta, 10 por el parche de LaLiga y otros 20 por la imprimación del dorsal y el nombre del jugador. También finalizarán los contratos de Socios con el Valencia CF o de Naga con el Sevilla FC, otros dos de los clubes con más mercado en LaLiga. Las dos multinacionales incrementan su pelea por patrocinar a los grandes clubes. Esta cantidad rondaría los 40 euros, teniendo en cuenta que los sponsors técnicos pagan grandes sumas por equipar a los clubes. La publicidad gratuita que obtuvo Jägermeister por esta polémica ya amortizó la inversión.